viernes, 13 de abril de 2007

INTRODUCCION



Mediante el presente trabajo pretendemos dar a conocer las principales características de los fenómenos de la depresión y el suicidio.


Para los más destacados científicos, filósofos y psicoanalistas ha sido un desafío importante profundizar acerca de los orígenes del trastorno mental referente a la depresión y el posterior suicidio. Por esta razón nuestro trabajo pretende ser una mera descripción de lo que nosotros consideramos como causas, características, síntomas y tipos de las patologías mencionadas.
Comenzaremos el desarrollo del trabajo mediante una breve descripción de los trastornos mentales en general y culminaremos con el análisis de una de las formas más frecuentes de autodestrucción: el suicidio.


Para la realización del presente informe nos basamos en el estudio de obras de diversos autores, material extraído de Internet, diccionarios, enciclopedias y ayuda profesional.

DEPRESION



¿Qué es?
El termino depresión toma distintas significaciones radicalmente diferentes, en función de la cultura en que se da la depresión está relacionada con las presiones presentes en determinadas culturas, sobre todo en la infancia en sus periodos críticos.Ciertas pautas de crianza familiar que "protegen" al niño contra el riesgo de la depresión.


El peligro de depresión ocasionado por muertes u otras pérdidas, puede ser reducido mediante determinados rituales de duelo y salidas de agresividad.La depresión se refiere a una situación psíquica morbosa en la que se altera fundamentalmente el estado de ánimo, en el sentido de una disminución del mismo, y en el que la sintomatología se centra sobre la vivencia de la tristeza y la inhibición psíquica.


Esta denominación ha ido adquiriendo más usos y prácticamente ha sustituido al clásico de melancolía, a pesar de que algunas escuelas mantienen la independencia psiquiátrica de ambos términos. La depresión psíquica constituye un síndrome muy frecuente en psiquiatría y prácticamente puede aparecer en todas las enfermedades mentales.En síntesis, la depresión es un trastorno mental caracterizado por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefinición y desesperanza profunda. La depresión patológica está determinada por una tristeza sin razón aparente que la justifique y además, grave y persistente. Puede aparecer acompañada de varios síntomas concomitantes, incluidas las perturbaciones del sueño y de la comida, la pérdida de iniciativa, el auto castigo, el abandono, la inactividad y la incapacidad para el placer, incapacidad para concentrarse o tomar decisiones, energía decaída, sentimientos de inutilidad, culpa y desesperación, desprecio de uno mismo, disminución del interés sexual, ideas recurrentes de suicidio, muerte, ataques de llanto. Afecta a hombres y mujeres, y las personas en ciertos períodos del ciclo vital parecen ser las más afectadas.


La Depresión Como Emoción NormalLa depresión es una emoción común, se trata de un sentimiento de desagrado, acompañado por condiciones somáticas, como envenenamiento, paréntesis dermáticas, alteraciones en el tono muscular y transpiración. La persona deprimida camina con la cabeza gacha, las piernas dobladas, con movimientos lentos, es débil, etc.Pero, sobre todo, en el plano mental, las características de la depresión son más específicas. La ansiedad se caracteriza por el temor al peligro, va acompañada de un sentimiento de que el suceso peligroso, ya se ha dado y de que no está sufriendo el mal temido. En condiciones "normales", la depresión es una reacción provocada por procesos psicológicos como evaluaciones y estimaciones a nivel cognitivo.En el proceso de depresión intervienen factores cognitivos y sociales.Por su condición desagradable, la depresión parece tener una función: la de eliminación a sí mismo. Pero será así si la persona se ve obligada a reorganizar sus pensamientos y buscar nuevas ideas para reconstruir su vida. Sobre todo, organizará las ideas referentes a la persona perdida de modo que ésta no aparezca como indispensable.


La Depresión Como Emoción AnormalUna depresión es anormal cuando no guarda proposición con el suceso (o sucesos) antecedentes que lo han provocado; cuando es excesiva con respecto a la causa o factor precipitante conocida; cuando se produce en sustitución de otra emoción más adecuada.Para explicar esta depresión tenemos factores psicológicos y constitutivos. Estos factores están conectados con la depresión durante la psicosis maniaco-depresiva. La depresión no reorganiza las ideas sino que piensa los procesos de pensamiento portadores del dolor mental. Aparentemente funciona un mecanismo de adaptación que reduce la cantidad de pensamiento con el fin de disminuir el dolor, dejando en algunos casos solo pensamientos vagos y generales acompañados por un sentimiento de melancolía. La paralización de los pensamientos dolorosos es un mecanismo que se destruye a sí mismo, empeorando la situación general.

CAUSAS DE LA DEPRESION


No existe una sola causa para la depresión. La depresión puede estar causada por uno o varios factores. Algunas personas tienen mayor probabilidad de tener depresión que otras. Hay diferentes razones que intentan explicar esta predisposición:


Herencia: Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica.Este riesgo es algo mayor para las personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no todas las personas que tienen una historia familiar tendrán la enfermedad. Además, la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad. Esto sugiere que hay factores adicionales que pueden causar la depresión, ya sean factores bioquímicos, o ambientales que producen estrés, y otros factores psicosociales.


Factores Bioquímicos: Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos. Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores. Además, los patrones de sueño, que se ven afectados por la bioquímica del organismo, son generalmente diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos.


La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo. Lo que aún no se sabe es si el "desequilibrio bioquímico" de la depresión tienen un origen genético o es producido por estrés, por un trauma, o por una enfermedad física u otra condición ambiental.


Situaciones estresantes: Muerte de un familiar próximo o de un amigo, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, divorcio pueden ocasionarsíntomas de depresión que sostenidos a lo largo del tiempo pueden desencadenar en una depresión clínica.


Estacionalidad - Trastorno afectivo estacional (SAD): Se ha observado que haypersonas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos.Es posible que la reducción de la cantidad de horas de luz afecte el equilibrio de ciertos compuestos químicos en el cerebro, dando lugar a síntomas de depresión.


Personalidad: Las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión. Estos atributos pueden resaltar el efecto de las situaciones de estrés o interferir con la capacidad de enfrentarlas o reponerse de las mismas. Aparentemente, los patrones de pensamiento negativo típicamente se establecen en la niñez o adolescencia y van conformando a lo largo del tiempo un patrón de pensamiento depresivo.

SINTOMAS DE DEPRESION



La depresión generalmente se clasifica en términos de gravedad: leve, moderada o severa. El médico puede determinar el grado de la depresión y de acuerdo con esto se plantea la forma como se debe tratar. Los síntomas de depresión abarcan:



  • Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño


  • Cambio dramático en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso


  • Fatiga y falta de energía


  • Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa inapropiada


  • Dificultad extrema para concentrarse


  • Agitación, inquietud e irritabilidad


  • Inactividad y retraimiento de las actividades usuales


  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio


  • Sentimientos de desesperanza y abandono


La baja autoestima frecuentemente está asociada con depresión, al igual que los arrebatos repentinos de ira y falta de placer en actividades que normalmente hacen feliz a la persona, incluyendo la actividad sexual.


Es posible que los niños deprimidos no tengan los síntomas clásicos de la depresión en los adultos. Se deben vigilar especialmente los cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento. Si los padres creen que su hijo podría estar deprimido, vale la pena consultarlo con el médico.

FASES DE LA DEPRESION




La enfermedad cursa con fases (períodos recortados), que al ceder no dejan efecto psíquico alguno. Estas fases duran por términos medios de 6 a 12 meses.En la descripción clásica, el curso de la enfermedad va alternando períodos de depresión con fases de manía ("locura maníaco- depresiva"), pero son más numerosos los pacientes que sólo tienen fases de depresión.




Estas fases suelen aparecer en las mujeres alrededor de los 25 y 40 años, en períodos de desequilibrio hormonal (parto, lactancia, menopausia), en los varones, la distribución por edades no es tan característica.La duración de la fase varía según se refiere a la primera o a las siguientes. En conjunto se aprecia que la duración suele aumentar en cada crisis, y además suelen ser más prolongadas a parir de los 50 años de edad.En las ínter crisis, el paciente se encuentra totalmente libre de síntomas.




La duración de estos períodos varía según se refiere al primer brote o a los siguientes. En conjunto se aprecia una tendencia a ir acortándose los períodos de ínter crisis. Todos estos datos sólo pueden tomarse como una estimación estadística, ya que la variación de un paciente a otro es grande.Es característico de esta enfermedad su buen pronóstico (las enfermedades son recortadas y dejan al paciente "limpio" de síntomas), pero en algunos hay una tendencia la cronicidad, especialmente en los pacientes avanzados.




Muy característico es el cambio de sintomatología a lo largo del día y es usual que ésta sea mucho más intensa en las primeras horas del día que en el resto.En algunos pacientes las fases no son típicas, en el sentido de mezclarse síntomas de depresión con otros de manía (depresión agitada y manía estupurusa, etc.).

TIPOS DE DEPRESION



Depresión severa. La depresión severa se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras. Un episodio de depresión muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la vida, pero por lo general ocurre varias veces de la vida.


Distimia. La distimia, un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos a largo plazo, que no incapacitan tanto, sin embargo impiden el buen funcionamiento y el bienestar de la persona. Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún momento de su vida.


Trastorno bipolar. Otro tipo de depresión es el trastorno bipolar, llamado también enfermedad maníaco-depresiva. No es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer de uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno depresivo. Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener una gran cantidad de energía. La manía a menudo afecta la manera de pensar, el juicio y la manera de comportarse con relación a los otros. Puede llevar a que el paciente se meta en graves problemas y situaciones embarazosas. Por ejemplo, en la fase maníaca la persona puede sentirse feliz o eufórica, tener proyectos grandiosos, tomar decisiones de negocios descabelladas, e involucrarse en aventuras o fantasías románticas. Si la manía se deja sin tratar puede empeorar y convertirse en un estado sicótico (el paciente pierde temporalmente la razón).


Depresión posparto. Las mujeres deben de estar alertas de cambios mentales que pueden ocurrir, durante el embarazo y después del parto. La Academia Americana del Médico Familiar reporta que los síntomas de lo que más comúnmente se le llama "baby blues" pueden comenzar de tres a cuatro días después del parto, y esto incluye cambios de temperamento, el llorar repentinamente y los problemas de concentración. Estos síntomas desaparecen por lo regular diez días después del parto. Pero si se prolongan o se intensifican, se le llama depresión posparto y puede necesitar ayuda médica. El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH siglas en inglés) menciona que los estudios sugieren que las mujeres que experimentan con depresión mayor después del parto frecuentemente tuvieron anteriormente episodios depresivos aún cuando quizá no hayan sido diagnosticados y tratados.

COMO PREVENIR LA DEPRESION



Los hábitos de vida saludables pueden ayudar a prevenir la depresión o disminuir las posibilidades de que se presente de nuevo. Dichos hábitos abarcan alimentarse de manera adecuada, hacer ejercicio regularmente, aprender a relajarse y no consumir alcohol ni drogas.


La asesoría le puede ayudar a la persona en los momentos de aflicción, estrés o desánimo. La terapia de familia puede ser particularmente importante para los adolescentes que se sienten deprimidos.


En el caso de los ancianos u otras personas que se sientan socialmente aislados o solos, se recomienda intentar involucrarse en actividades de grupo o de servicios voluntarios.

Si una persona presenta síntomas depresivos durante dos semanas o más, debe ponerse en contacto con el médico, quien le puede ofrecer opciones de tratamiento. Sin importar si se trata de una depresión leve o una depresión mayor, las siguientes medidas de cuidados personales pueden ayudar:


Dormir bien
Consumir una dieta nutritiva y saludable
Hacer ejercicio regularmente
Evitar el consumo de alcohol, marihuana y otras drogas psicoactivas
Involucrarse en actividades que normalmente le dan felicidad, incluso si no siente deseos de hacerlo
Pasar el tiempo con familiares y amigos
Intentar hablar con clérigos o consejeros espirituales quienes pueden ayudar a darle sentido a experiencias dolorosas
Pensar en la oración, meditación, tai chi o retroalimentación como formas de relajarse o sacar a flote las fortalezas interiores
Agregar ácidos grasos omega-3 a la dieta, los cuales se pueden obtener del pescado de agua fría como el atún, el salmón o la caballa
Tomar folato (vitamina B9) en forma de suplementos multivitamínicos (400 a 800 microgramos)


Si la depresión ocurre en los meses de otoño o invierno, se puede intentar la terapia de luz usando una lámpara especial que simula la luz del sol.


Muchas otras personas intentan con una hierba popular que no requiere receta médica llamada la hierba de San Juan. Algunos estudios sugieren que este remedio puede servir para la depresión leve, pero no para la depresión moderada o severa. Se debe tener cuidado con esta hierba, ya que tiene muchas interacciones potenciales con drogas y NO SE DEBE tomar con antidepresivos recetados, pastillas anticonceptivas, inhibidores de proteasa para infección por VIH, teofilina, warfarina, digoxina, reserpina, ciclosporina o loperamida. Se debe consultar con el médico en caso de estar pensando en utilizar esta hierba para la depresión leve.


En caso de presentarse depresión moderada a severa, probablemente el plan de tratamiento más efectivo será una combinación de asesoría y medicamentos.

SUICIDIO


Suicidio: Acción de quitarse la vida de forma voluntaria.Se entiende a la distribución directamente querida de la propia vida, bien sea por un acto o una omisión voluntaria. Se distingue de la destrucción indirecta de la vida que se da cuando la muerte propia no procede de un acto cuyo único fin sea quitarse la vida, aunque de ese acto resulte la muerte. En este caso no hay suicidio, pues, la muerte propia no es causada ni directamente querida por el agente, si no solo permitida. Esto se puede dar en el caso que se exija el cumplimiento de obligaciones ineludibles aun a riesgo de perder la propia vida.Según Durkheim: Entre las diversas muertes hay algunas que presentan la particularidad de ser obra de la propia víctima, resultante de un acto en el que el agente y el paciente son una misma persona.


Por lo general, nos representamos el suicidio como una acción positiva y violenta que implica cierto despliegue de fuerza muscular o como una actitud puramente negativa, o una simple abstención con idéntica consecuencia. Para que podamos considerar la muerte como su efecto, el acto del paciente no puede haber sido inmediatamente antes de ella: la relación de causalidad, puede ser indirecta. Toda muerte meditada o inmediata de un acto positivo o negativo, ejecutado por la misma víctima se considera suicidio.Las causas de la muerte están fuera de nosotros y hablar de la intención es muy íntimo. Entonces, "Si la muerte es aceptada simplemente como una condición lamentable, pero inevitable, del fin que se tiende, como si expresamente fuese querida y buscada por si misma, lo cierto es que en uno u otro caso el sujeto renuncia a la existencia, y las diferentes maneras de renunciar no pueden ser sino variedades dentro de una misma clase".


Lo común a estas formas de renunciación suprema es que el acto que lo consagra es cumplido con conciencia de causa. La víctima sabe cuál va a ser el resultado de su conducta. Así en definitivo: "Suicidio es todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto positivo o negativo ejecutado por la propia víctima, a sabiendas de que habría de producir este resultado".

ASPECTOS INFLUYENTES EN EL SUICIDIO


l) LA LOCURA: La enajenación mental a menudo es considerada factor influyente en el suicidio, de ahí que JOUSSET Y MOREAU DE TOURS realizan la siguiente clasificación de suicidios cometidos por locos:

a) Suicidio maniático: consecuencia de alucinaciones o concepciones delirantes. El enfermo trata de escapar de un peligro o vergüenza imaginarios u obedecer una orden misteriosa.

b) Suicidio melancólico: estado general de extrema depresión que hace que el suicida no aprecie los vínculos que tiene con las personas y cosas que le rodean; lo ve todo negro.

A menudo, en esta disposición general vienen a incrustarse alucinaciones o ideas delirantes que conducen directamente al suicidio. Preparan con calma sus medios de ejecución y despliegan una perseverancia y astucia, a veces, increíbles.

c) Suicidio obsesivo: el suicidio no se causa por motivo real o imaginario., sino por la idea fija de la muerte. El enfermo está obsesionado con el deseo de matarse, aunque sepa que no tiene ningún motivo para hacerlo.

A este tipo de suicidio también se le ha llamado ansioso, ya que al intentar resistirse a ese deseo de quitarse la vida está triste, deprimido y siente una ansiedad que aumenta con los días.

d) Suicidio impulsivo o automático: resulta de una impulsión brusca e inmediatamente irresistible; sin ninguna razón que lo justifique, en un abrir y cerrar de ojos, surge la idea y suscita el acto o, al menos, un comienzo de su ejecución.

De estos cuatro tipos de suicidio por locura, el melancólico es el que más notas en común tiene con el de los hombres sanos de espíritu, ya que cuando un hombre se mata suele haber en él sentimientos de abatimiento o depresión; pero entre ellos siempre hay una diferencia esencial: que el estado del sano y el acto que resulta tiene siempre una causa objetiva, mientras que en el segundo carecen de toda relación con circunstancias exteriores.

2) LA RAZA: Ante todo, lo primero que debemos saber es que es una raza . Se han dado muchas definiciones de ella, pero lo mejor es definirla por sus atributos inmediatos tal como el observador puede directamente definirla y apreciar toda cuestión de origen. Entonces sólo quedan dos características que la singularicen:

- Se trata de un grupo de individuos que presentan semejanzas, entre los que también hay miembros de una misma confesión o profesión.
- Estas semejanzas son hereditarias.


Pero a pesar de esto, se puede considerar que la raza no influye para nada en el suicidio. Por ejemplo, en el caso de los alemanes, no basta con probar que la tendencia que la tendencia al suicidio sea general ahí, pues esta generalidad pudiera ser debida a la naturaleza propia de la civilización del país, Habría que demostrar que dicha tendencia está ligada a un estado hereditario del organismo alemán, que es un rasgo permanente y que subsiste aún cuando el medio social cambie; pero esto no sucede ya que, por ejemplo, en Austria, donde se han mezclado los alemanes no hay el menor rasgo de influencia alemana en esa tendencia al suicidio.

3) EL SEXO: En razón del sexo, el suicidio suele ser más común en hombres que en mujeres en una proporción de 3 a 1, aunque últimamente se ha reducido. Significativamente, el número de intentos de suicidio en mujeres es mayo que en hombres y la proporción de 3 a 1. En las personas casadas baja el índice, especialmente en aquellos que tienen niños. Es decir, que la incidencia aumenta entre los divorciados, solteros o viudos.

Esta inmunidad que gozan los casados sólo puede atribuirse a una de las dos causas siguientes:

a) Influencia del medio doméstico, entonces será la familia la que, por su acción, neutralizaría la tendencia al suicidio o le impediría hacer su explosión.

b) La llamada selección matrimonial; el matrimonio opera mecánicamente en el conjunto de la población una especie de selección. No se casa el que quiere, ya que hay pocas probabilidades de lograr fundar una familia cuando no se reúne las determinadas cualidades de salud, fortuna y moralidad. Pero en realidad, esta causa no tiene mucho fundamento, ya que se ha comprobado que la gente sin fortuna y sin posición sigue casándose y pueden llegar a tener más hijos que las clases acomodadas.

CAUSAS DEL SUICIDIO



Hay muchísimas causas que pueden llevar a una persona a poner en práctica el acto del suicidio, aunque, a veces, ni siquiera se pueden determinar cuales son; a pesar de ello, aquí tenemos las que se consideran las más importantes:


- Pérdida de empleo, reveses de fortuna y miseria
- Desgracias de familia
- Amor contrariado y celos
- Alcoholismo, homosexualidad y adicción a las drogas
- Suicidio en autores de crímenes o delitos
- Sufrimientos físicos
- Enfermedades mentales
- Disgusto de la vida


De entre todos estos factores, los más comunes son los de pérdida: de la persona amada, del trabajo, de la salud, etc. Llegados a este punto es importante destacar el elevado número de suicidios a causa del alcoholismo; un estudio escandinavo reveló que muchos alcohólicos se suicidan durante un periodo de 5 años después de abandonar el hospital y, en la mayoría de los casos, tras la pérdida de su cónyuge o trabajo. Aquí se observa una alta vulnerabilidad a los acontecimientos negativos importantes de tipo interpersonal. El origen de la idea suicida en estos casos suele ser explicable con relación a la gran culpabilidad que presenta tras el fracaso de terapias de rehabilitación o rupturas interpersonales. En 1986, el 66 por ciento de los hombres internados y el 48 por ciento de las mujeres internadas, consumieron alcohol antes de suicidarse. Por esta razón, hay que mantener una estrecha vigilancia sobre el alcohólico antes, durante y después del tratamiento.


En relación con los síntomas de cualquiera de los factores anteriormente nombrados, los más comunes son los siguientes:



l) Depresión: Los estados de depresión severa pueden estar acompañados por trastornos de sueño, pérdida de apetito y de peso, desinterés por lo social, apatía, desesperanza y desamparo.
2) Psicosis: Los estados psicóticos pueden estar caracterizados por delirios, alucinaciones, pérdida de contacto y desorientación, ansiedad, culpa y hostilidad.
3) Angustia: La persona siente que no puede tolerar la presión de sus sentimientos de tensión (depresión agitada). Tal angustia se acompaña, además, de sentimientos negativos, como la desesperanza, la impotencia y el desamparo.
Pero esta característica puede inducirnos al error, trágico a veces, de preguntarnos si solamente se mata aquel que tiene auténtico deseo de morir y duda aquél que no tiene voluntad de sucumbir.

TIPOS DE SUICIDIO




Las características del acto suicida también plantean diferencias. En los suicidios el escenario implica, la mayor parte de las veces, un método letal con una planificación muy meditada y basada en una causa precipitante personal, en medio de una ausencia de comunicación con el entorno y un aislamiento que lleva a la dificultad de un posible auxilio; sin embargo, en las tentativas predomina, por lo general, la existencia de un método letal poco, llevado a cabo con el entorno de allegados y escaso aislamiento de los demás, lo que suele hacer posible la intervención de otras personas tras el intento suicida.

En cuanto a las características sociodemográficas destaca el haber mayor proporción de suicidios en varones y personas de edad adulta o avanzada, y el padecer enfermedades psiquiátricas graves, además de las siguientes:

- Aislamiento social
- Sin tentativas anteriores
- Enfermedad somática y antecedentes familiares - Acto suicida muy preparado
- Método irreversible


Por otro lado, al igual que hay diferentes características, también hay diferentes tipos de suicidio:

l) Suicidio EGOÍSTA: Es el que resulta de la alienación del individuo respecto del medio social. Es un tipo muy común en lugares donde factores culturales como los encarnados en el protestantismo subrayan el individualismo y el esfuerzo concentrado en el yo.

El principal síntoma de este tipo de suicidio es la apatía, que viene dada por una melancolía perezosa y una gran dosis de sangre fría. Además se observa que se da más entre fieles del protestantismo que de otro tipo de religiones (católicos, judíos,etc.); esta inclinación debe estar en relación con el espíritu del libre examen que anima esta religión, ya que al haber menos prácticas y credos comunes, hace a los hombres plantearse muchos temas individualmente.

2) Suicidio ALTRUISTA: Este tipo suele aparecer en sociedades rígidamente estructuradas que interponen un código de deber en sentido grupal al individuo, y hacen del sacrificio por el grupo una exigencia moral. Un ejemplo de este tipo de suicidio es el que cometían los pilotos japoneses (kamicaces) durante la Segunda Guerra Mundial.

En este tipo de suicidio, la persona no lo hace porque quiera morir, sino porque cree que ese es su deber. La sociedad hace presión sobre él para que se destruya; le obliga, y es la que determina las condiciones y circunstancias que hacen exigible esta obligación.

3) Suicidio ANÓMICO: Este se da cuando un fallo de los valores sociales lleva a una desorientación individual y a un sentimiento de falta de sentido de la vida. Puede darse como resultado de factores como una guerra, una crisis económica o una rápida movilidad social.

La expresión anomía, inventada por Durkheim, es una alienación o pérdida de identidad. Es un estado social en el que cada individuo o grupo busca por sí solo su camino, sin un orden que lo conecte a los demás.

Este tipo de suicidio es frecuente en las comunidades sociales cuyos valores y normas pierden fuerza. Entonces, cada hombre hace su vida. Esto es peligroso tanto para la integridad de la sociedad, como para aquellos individuos que viven dentro de ella y que, por motivos individuales, tienen especial tendencia a la desesperación.

PSICOLOGIA DE LOS SOBREVIVIENTES





El suicidio provoca diversos sentimientos y reacciones entre las personas estrechamente unidas con la víctima y un impacto al superviviente. Las reacciones de los cercanos pueden ser muy variadas: se pueden tratar de sentimientos profundos de pérdida, acompañados con gran tristeza, de rabia por sentir que lo hacen a uno responsable de lo sucedido o porque la víctima rechazó lo que se le ofrecía, culpa, vergüenza o confusión, acompañados de un sentimiento de responsabilidad por la muerte, sentimiento de fracaso e impotencia por ser incapaces de ofrecerle lo que el otro necesitaba, alivio por quedar libre de molestias y demandas insistentes de la víctima, el sentimiento de sentirse abandonado ambivalencia, reacciones de duda, obtención en negar que se ha dado el suicidio y posible en el superviviente.

Entre los que estaban más distantes en relación con la víctima se puede producir rabia, porque el suicida ha eludido sus responsabilidades sociales y morales o por verse acusados como responsables o por sentirse acusados por los no intereses en su prójimo; culpa por pensar que no se ha apreciado lo suficiente a la víctima, repulsión resultante de la elección del suicida de prescindir de ellas; desosiego por una vaga necesidad de auto examen para determinar lo que estaba errado o racionalizar malestar sentido y expulsarlo de si mismo.